Así como ahora se habla sin demasiado tabú del agotamiento profesional, el agotamiento de los padres no es tan habitual. Sin embargo, según un estudio realizado por dos psicólogos belgas, el 5% de los padres sufren este agotamiento y el 8% de los padres tienen un alto riesgo. Sabemos que es difícil hablar de ello, el miedo a ser juzgados es grande, así que no nos atrevemos. Sin embargo, ¡no está solo!
¿Qué es el burnout parental?
La verdad es que no hay una definición "exacta" de agotamiento parental. Sin embargo, podemos definirlo como el estrés parental con el paso del tiempo con el agotamiento físico y mental en el ámbito familiar.
Por supuesto, llega un momento para TODOS LOS PADRES en el que están cansados de todas las responsabilidades y tareas que conlleva la paternidad. Pero si un período de descanso no ayuda y sentimos que el piloto automático funciona con una disminución de nuestro compromiso con la crianza de los hijos... Es probable que se trate del agotamiento.
El burnout parental: síntomas
El cansancio es, por tanto, una de las características del agotamiento parental, ¡pero no la única!
La crianza es agotadora
Esta es la característica que aparece con más frecuencia. Sentir que estás al límite, no poder más. Puede manifestarse en una incapacidad o dificultad para pensar con claridad y en una fatiga intensa.
Es un poco como un modo de supervivencia, cualquier petición requiere energía que no tenemos... o al menos ya no. Cada tarea a organizar parece una tarea insuperable, incluso pensar en la cena, en cómo vestir a tu hijo... Tenemos la sensación de ser V-A-C-I-O.
La paternidad ya no nos hace felices
Es un poco ver la paternidad como una carga y sólo ver los aspectos negativos, es una "sobrecarga" que nos impide estar satisfechos con este magnífico papel.
Por ejemplo, antes nos encantaba jugar con nuestro hijo, ahora lo hacemos porque "tenemos que hacerlo" pero no sentimos ningún placer.
Esto probablemente resulte en...
Se crea una distancia emocional con nuestro hijo
Antes, podíamos escuchar a nuestro hijo durante horas, sobreactuando con esas historias (que no tienen ni pies ni cabeza), ahora escuchar es pasivo, con un oído, prestamos menos atención porque no tenemos más energía de hecho. Incluso las muestras emocionales, como los besos o los abrazos, no son tan frecuentes.
Por supuesto, seguimos haciendo todo lo necesario, darle de comer, prepararle las cosas, lavarle los dientes, llevarle al colegio/guardería, pero no conseguimos invertir tanto como antes en este vínculo padre-hijo.
Culpa y sentimiento de fracaso como padre
Con los síntomas anteriores, nos sentimos culpables. Nos sentimos indignos de ser padres, insensibles y avergonzados de ser como somos. Teníamos una imagen de nosotros mismos como padres y hemos sido diferentes en el pasado con nuestro hijo y es difícil aceptarlo.
Sin embargo,no hay que sentirse avergonzado. Le ocurre a muchos padres y sigue siendo "situacional", es un desbordamiento y no refleja tu verdadera identidad y papel como padre.
Agotamiento parental VS depresión, baby blues y depresión posparto
La depresión no está contextualizada, es una condición general. El agotamiento sólo afecta a la familia mientras que la depresión afecta a todos los aspectos (profesional, familiar, relacional..).
Sin embargo, un agotamiento puede, a la larga, desembocar en una depresión.
La tristeza del bebé sólo dura unos días y se produce al nacer el niño.
Para más información: Depresión postparto: te lo contamos todo
Cómo salir del burnout parental
Para el burnout profesional, es posible alejarse del origen del problema: el trabajo.Por lo tanto, se puede prescribir un paro laboral.
Para el agotamiento de los padres, esto resulta más difícil. No hay receta para la baja parental......
Hablar con el cónyuge
Es muy importante involucrar al cónyuge cuando nos demos cuenta del agotamiento. En primer lugar, ser escuchado, pero también poder recibir apoyo si es posible y tener tiempo para uno mismo. El objetivo no es descargar TODO en la otra persona, sino que si el cónyuge tiene energía para hacerlo, delegar ciertas tareas para tomarse un respiro y simplemente ocuparse de uno mismo.
Consultar a un médico/psicólogo
Ya, ser consciente del problema es el primer paso para salir de él. Pero tener apoyo externo es aún mejor. El psicólogo podrá realmente descifrar las emociones sentidas, soltar ciertos pensamientos de culpabilidad y ayudar a adoptar nuevos comportamientos.
Aceptar que no siempre se es perfecto
Querer que tus hijos coman sólo comida casera está muy bien, pero es una pesada carga mental y lleva tiempo. Permitirse recurrir a comidas "preparadas" no le convertirá en el peor padre del mundo. Lo mismo ocurre con el peinado de tu hijo a la perfección, ¿un día no tienes tiempo? No hay problema!
El psicólogo realmente podrá ayudarte a aceptar esto también :)
Hablar de ello, hablar de ello, hablar de ello...
Hablar de ello es quitarse un peso de encima. Hay asociaciones que apoyan la paternidad y pueden ayudar con grupos de discusión, por ejemplo. Al escuchar los testimonios de otros padres, es más fácil aceptar la propia situación y esto puede ayudar.
¿Cómo evitar el agotamiento de los padres al final?
Aceptando que uno no es perfecto y permitiéndose cometer errores. Nadie es perfecto, hacerlo lo mejor posible ya es muy bueno.
Delegar ciertas tareas cuando sentimos cansancio emocional y físico para dedicarnos tiempo a nosotros mismos también es importante.
Hay test online para saber si estás en el burnout de los padres pero ante la más mínima duda siempre es mejor prevenir consultando a tu médico :)