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bolso cambiador
¡El bolso cambiador que va donde otros te paran! Carga adicional en la cadera (4-22 meses). Accesorios para bolsos cambiadores para cochecitos, maletas, portabebés... Funda impermeable incluida. 5 posiciones para llevar la bolsa. Múltiples compartimentos para guardar las pertenencias de los padres y de los niños. Bolsa impermeable extraíble para la ropa mojada / pañales sucios. ¡Una bolsa que usarás incluso sin el bebé!
¿Como escoger?
Portabebés
Lleva a tu hijo de 0 a 36 meses (a partir de los 6 meses sin el kit de extensión). Ultra cómodos en todas las estaciones y fisiológicos, el HoodieCarrier y el PhysioCarrier te acompañan para dormir poco en casa, así como para largas caminatas al otro lado del mundo.
Todos los portabebés ¿Como escoger?
Fulares
Durante los primeros meses, nada igualará jamás al fular del bebé y al contacto piel con piel que permite. Esto favorece la regulación del celo, la lactancia, la oxitocina... ¡Tendrás las manos libres! Para los bebés, el fular permite hacer una transición con el útero materno prolongando la sensación de seguridad. La posición fisiológica conduce a una mejor digestión y por lo tanto menos reflujo, cólico.
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Ropa de abrigo

Caprichos bebé: ¿mito o realidad?

El bebé aún no se ha descargado el pack de lenguaje y cortesía, ¡pero llegará!

¿Puede un bebé de pocos meses hacer rabietas?

Es importante recordar que tu bebé o bebé de pocos meses aún no tiene la capacidad cerebral para hacer chantajes o las famosas rabietas.

El proceso de chantaje, rabietas, manipulación ya requiere la adquisición del lenguaje. Es más, requiere una actividad cognitiva mucho más evolucionada que la del lactante y el bebé en general de la edad de porteo (lactante = sin lenguaje verbal).

Pero ten en cuenta para más adelante que estas etapas de negociación, manipulación (llámese como se llame) forman parte de las diferentes etapas de aprendizaje de la comunicación en el niño pequeño. Ten en cuenta que aquí hablamos del niño pequeño y no del bebé en edad de porteo.

A veces puede parecer una rabieta lo que en realidad es una simple reacción no verbal del bebé, que de momento sólo tiene gestos torpes, llantos y gruñidos para comunicarse, ciertamente monos a veces pero francamente borrachos en una cola.

Esto no va contra ti, ni es premeditado para poner a prueba tu autoridad paterna (como podría ser para un niño de 4 años). Si llora es porque está comunicando una necesidad o una reacción al contexto (calor, frío, hambre, encontrar un objeto...). Son etapas a veces frustrantes tanto para el niño como para el adulto.

Podemos escuchar esas frases de "déjale llorar, te está poniendo a prueba, está siendo caprichoso...". Pero si se trata de un bebé pequeño, ya sabes que no es así. Te comunica una necesidad con sus reducidos medios. Una necesidad de atención, de comida, de calor... ¡de ti depende saber a cuál responder!

¿A qué edad tiene rabietas el bebé?

Es difícil dar una edad precisa de cuándo tu hijo adquiere la capacidad de tener rabietas, pero la bibliografía sobre el tema suele coincidir en los 18 meses - 2 años.

Su hijo primero debe ser capaz de desear algo y expresarlo. A esta edad, puede empezar a poner a prueba sus propios límites y los de sus seres queridos (por tanto, los suyos). De nuevo, tu hijo no premedita sus rabietas para irritarte, sino para descubrir y, por tanto, conocer el marco y los límites. Para conocer los límites, necesita cruzarlos precisamente para experimentarlos. En ese momento, tú, como padre, eres quien encarna el límite y con quien tu hijo entrará en contacto. Y sí, es un momento a veces irritante si olvidamos que se trata en realidad de un proceso de aprendizaje.

Para hacer el matiz entre querer/"capricho" y necesidad, puedes por tanto si es posible intentar comprender lo que tu hijo siente o busca. Puede ser difícil saber si se trata de una petición motivada por un deseo o por una necesidad. En la mayoría de los casos, es el adulto (sobre todo si no está disponible o está concentrado) quien percibe la necesidad del niño de comunicarse como un capricho. Percibimos la punta del iceberg como el capricho sin ver la necesidad que hay debajo (necesidad de comer, de atención, de jugar...).

Brefiriéndonos aquí a los portabebés y a los bebés, no tendremos que lidiar realmente con un capricho.

La mayoría de las veces es el adulto (sobre todo si no está disponible o concentrado) quien percibe la necesidad de un niño de comunicarse como un capricho.