La primera vez... ¡con el fular!
Lo habías imaginado tanto, soñado tanto, esperado tanto... ¡Y ahí está, ese pequeño bebé! Durante varios meses probablemente has preparado, organizado, planificado el día a día y su llegada a tu familia. Quizás hayas tomado resoluciones en línea con tus convicciones. Pero resulta que este pequeño te demuestra que ser padre no es tan simple y que es mejor trabajar en equipo para entenderse y familiarizarse mutuamente.
¿Un fular portabebés?
Entre las numerosas compras o regalos de nacimiento para tu pequeño protegido, se esconde una extraña tela... Ya sea ancha, larga y con un bolsillo como el fular l'Originale JPMBB o incluso con anillas como la Petite Echarpe Sans Noeud, este medio de porteo te intriga mucho. ¿Quizás lo hayas comprado tú mismo, ya convencido de sus beneficios? En fin, ¡es hora de interesarse por él!
¿Es complicado?
Para ser honesto, puede parecer complicado al principio, pero termina por convertirse en un verdadero automatismo. Porque para usarlo bien, hay que tener algunas nociones. ¡Tranquilízate, sigue siendo muy simple y al alcance de todos! Los más ansiosos incluso podrán recibir ayuda de una monitora de porteo durante un taller. (Descubre AQUÍ el mapa con los diferentes talleres distribuidos por departamentos en toda Francia y otros países). Para los demás, las instrucciones y los videos en el canal de YouTube de Love Radius te acompañan en el descubrimiento con tu bebé. (Incluso puedes enviar tus fotografías de porteo a la página de Facebook de Love Radius para recibir los mejores consejos).
Después de unos minutos y a veces dos o tres intentos, ¡ya está hecho! El fular portabebés ya no tiene secretos para ti.
¡Probarlo es adoptarlo!
Para un primer uso, se recomienda elegir un día en el que te sientas bien y tu bebé esté relativamente en forma y tranquilo. Una vez que hayas entendido bien la técnica, es hora de explicarle al bebé lo que vas a hacer. El porteo es un trabajo en equipo. Todos los bebés apreciarán algunas explicaciones antes de ser instalados en el fular. Tómate tu tiempo, la primera vez nada apremia. La mejor manera es mecer ligeramente al bebé durante la instalación. Háblale, tranquilízalo si lo sientes inquieto porque puede sentir tu vacilación y preocuparse también... En resumen, quita dramatismo... ¡Todo irá bien! :-) Si tu bebé no parece cooperar la primera vez, no te rindas, inténtalo más tarde en el día. Tiene derecho a no estar dispuesto en ese momento. Si después de varios intentos infructuosos todavía no logras instalar al bebé (se agita, llora), habla con una monitora, ella podrá guiarte. A veces, una incomodidad del bebé puede ser la causa de su rechazo y puede ser aconsejable ser orientado hacia un especialista para aliviarlo (osteópata o pediatra, por ejemplo). Unos minutos después, ¡ahí está tu pequeño instalado contra ti! ¡Toma una gran inspiración y disfruta! ¿La sientes esa confianza en ti mismo? ¿Esa comodidad y ese orgullo? Llevas a tu pequeño contra ti y simplemente están bien, uno contra el otro. Y sin embargo, la vida continúa, puedes subir al tren en marcha y continuar tu día a día así.
¿Qué aporta concretamente?
Llevar a tu bebé es de alguna manera continuar lo que se comenzó con el embarazo. Es introducir a este pequeño ser en la vida con toda la dulzura y el acompañamiento de sus padres. El portabebés también te aporta un pequeño plus nada despreciable, tener las dos manos libres mientras te ocupas de él. Y además, aumenta nuestra confianza como padres, ¡porque cuando acabas de tener un hijo, se necesita confianza para vivir serenamente la paternidad!
Llevar al bebé por primera vez es muy impresionante. También puede ser angustioso, se tiene miedo de hacerlo mal o no lograrlo. Pero una vez que se domina el porteo, ¡se convierte en una verdadera ventaja en el día a día y en una fuente de felicidad!
¡Buen porteo a todos!